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Emocional, de Dani Martín (2014)

 

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Lucía Muros Tejeda

 

Me preocupa la gente que dice que busca el amor, como si fuese un objeto, como si estuviese listo para recoger, o como si fuese algo prediseñado, que puedes observar en un escaparate y comprar. Yo no creo que el amor se pueda buscar, yo creo que el amor es algo que se construye, o que simplemente surge donde menos te lo esperas.

Como bien dice Dani Martín en esta composición, no nos podemos dejar llevar por los consejos del resto, pues cada uno tiene su propio concepto de amor, y no por esto tiene que ser el acertado, ni estar equivocado; simplemente, debemos dejar que cada uno encuentre su propia definición de amor, sin que ninguna otra influya sobre la nuestra. (“A dejarnos llevar sin seguir los consejos; los consejos que dan los que por miedo a amar viven no siendo ellos.”) En esta parte  de la canción también se puede apreciar eso de lo que tanto hemos hablado en clase: cuando amamos a alguien somos nosotros mismos, y permitimos que la otra persona nos vea, sin miedo a mostrarnos tal y como somos y sin temer de lo que pueda pensar; porque sabemos que nunca va a pensar mal, y que si nos viésemos desde sus ojos posiblemente seríamos perfectos, con nuestros defectos y nuestras virtudes.

El amor no es una palabra u acción y, por lo tanto, no se define ni se limita (“Y pensar y dejarse llevar y no ponerle nombre, no hace falta, si sientes ya está”). Se trata de sentirlo, sin ponerle nombre a los sentimientos, se trata de dejar que crezca día tras día, (“Y va pasando el tiempo y te quiero aún más”). Pero no se trata de prometer un “para siempre”, porque al igual que el amor crece, también puede desaparecer y disminuir poco a poco. En cambio, no podemos confundir el amor con el dolor, ni siquiera debemos asociarlos, pues el amor no duele; duele el desamor, duele la desilusión, duele la traición… pero el amor, no. El amor es un sentimiento maravilloso, que todos sentimos en algún momento de nuestras vidas, ya sea antes o después. Es un sentimiento que nos hace sentirnos completos, aunque en realidad ya lo estemos; y que nos hace sentirnos felices, aunque en realidad no debemos buscar la felicidad en otra persona, ni debemos depender de ella, sino que debemos buscar las felicidad en nosotros mismos, porque es donde realmente reside. En definitiva, no se sufre por amor, se sufre por querer. Pues no es lo mismo “querer” que “amar”, como muy bien se explica en “El Principito”: Querer es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades, entonces, cuando no recibimos lo mismo hay sufrimiento.” “Amar es desear lo mejor para el otro, aun cuando tenga motivaciones muy distintas, amar es permitir que la otra persona sea feliz, aun cuando los caminos sean diferentes y, por lo tanto, el amor no puede causar sufrimiento.”

Por último cabe añadir que el amor para Dani Martín es “como una montaña rusa, y si no está en la curva más peligrosa,  prefiere no estar, porque estar para él, no sentir esas mariposas es no estar de verdad. “ En cambio, yo creo que en una relación siempre hay altibajos, y en eso consiste el amor, en estar tanto en lo más alto como en las bajadas. Al fin y al  cabo es como realmente se sabe si permanece o se va el amor.

Lucía Muros Tejeda

curso 2016-2017