Viaje de Estudios (curso 2016-2017)

Barcelona.
Cuando te dicen que te vas a ir de crucero una semana, ¿Qué es lo primero que se te pasa por la mente?…. ¡Exacto! Al menos, yo no me lo podía creer.
Nuestro recorrido fue: Barcelona (el embarque), Mallorca; nos tomamos un día entero de navegación para llegar a Italia; visitamos Roma, Génova, Cannes, Mallorca, otra vez, y vuelta a Barcelona: ¡listos para el desembarque!

“La noche de blanco”, en el barco.
El barco en sí era una pasada, todo eran lujos, y una de las cosas que más nos gustó a todos, a parte del jacuzzi y las noches de fiesta, fue el grandioso buffet libre.
En Mallorca lo más bonito fueron las cuevas de Drach. Estaban medio inundadas, y desde una parte especialmente profunda salieron tres barcas, una de ellas con un piano, tocando la famosa pieza “Canon”, de Pachelbel. Yo, sinceramente, me emocioné.

Génova.
Una de las mejores excursiones (si no me equivoco) fue la de Roma: todo era precioso, pero nos quedamos con ganas de más. En un solo día no puedes disfrutar de lo que la ciudad ofrece.

Mallorca.
Génova fue bastante triste, ya que su atmósfera lluviosa y sus edificios grises nos deprimió un poco, pero igualmente, estuvo entretenido.
Cannes, en cambio, con su aire marinero nos levantó el ánimo, aunque decayó de nuevo al ver los precios tan caros, ¡Un imán pequeño, 5 euros!, a pesar de eso, hubo muchas risas.
Finalmente, volvimos a Mallorca a visitar su hermosa Catedral.

Génova.
En conclusión, mis compañeros y yo aprendimos mucho durante el viaje, lloramos, reímos, gritamos, bailamos… Creo que las palabras perfectas para describirlo serían “especial y diferente”, porque sé que bastantes de las personas que entraron al barco, salieron siendo otras, porque sé que aparecieron amistades que antes no existían, porque el viaje en sí nos ha dado un comienzo, y depende de nosotros buscarle un final feliz.
Silvana Delclós Jiménez
curso 2016-2017