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Crónicas desde el Estadio: Jornada 21

 

 

¡Somos Más! 

31/01/2015: Décimo encuentro de Liga del Granada CF en su estadio. RESULTADO: 1-0

 

 

Doblamos ya el segundo tramo de la Liga y seguimos convencidos de que somos más que a donde la Tabla nos ha escupido, o esculpido.

Abel Resino, nuevo entrenador del Granada C. F. PHOTO: Autor del artículo.

Abel Resino, nuevo entrenador del Granada C. F. PHOTO: Autor del artículo.

Después de la derrota por 2-0 con el Atlético de Madrid, hemos cambiado de entrenador, hemos hecho nuevos fichajes de invierno y, así y todo, hemos vuelto a empatar 2-2, con maldición ya de ADN, contra el Deportivo de La Coruña fuera de casa.

¿Con qué animo venimos al encuentro? Pues con el de siempre, con el que reza en los billetes de dólar “IN GOD WE TRUST”, cambiándolo por “En el Granada confiamos”. Esta vez tiene que ser. Contra el Elche. “Nos vamos a dar un banquete de goles que nos va a saciar el hambre atrasada que venimos acumulando en nuestro propio domicilio futbolístico”. “No puede ser que tengamos el cenizo siempre encima”.

Insúa nuevo defensa lateral incorporado en los fichajes de invierno. PHOTO: Autor del Artículo.

Insúa nuevo defensa lateral incorporado en los fichajes de invierno. PHOTO: Autor del Artículo.

Además ahora jugamos con el abismo arañándonos la espalda. Hay que echarse para adelante y sólo pensar en ganar o ganar.

Así salió el equipo. En la primera jugada dieron un zarpazo con toda la intención de llevarse el partido de un bocado. Pero fue solo un instante. La Primera Parte se nos fue bañada de esperanza y desaliento por partes iguales. No venía el gol y sí la impotencia de jugadas aisladas, como la del central Babín arrollando con su carrera metros y metros de terreno de juego para llegar al área y no saber qué hacer con la oportunidad entre las piernas, que él mismo había creado. Al final, después de muchísimas dudas y titubeos que se le leían perfectamente a distancia tiró a puerta malamente, llorando el balón  por el césped, sin fuerza.

 

Las tarjetas, las protagonistas "arbitrarias" del encuentro. PHOTO: Autor del Artículo.

Las tarjetas, las protagonistas “arbitrarias” del encuentro. PHOTO: Autor del Artículo.

 

El ojo humano todo lo vuelve crítica cuando las cosas no están claras. Como, por ejemplo, la actuación del árbitro. Al poco rato se nos parecía a cualquiera de nosotros en las Rebajas, sacando una y otra vez la tarjeta de crédito. Cada vez que la sacaba, perdía eso mismo, crédito, credibilidad ante el respetable. Si llega a ser la Visa, seguro que hubiera vuelto con números rojos a casa. Había tarjeta amarilla para todo el mundo, para cualquier acción, para cualquier gesto de indisciplina escolar o roce fortuito, siempre a criterio imposible de discutir del árbitro. Entiendo que algunas nos favorecían, pero eran tan innecesarias, gratuitas y “arbitrarias” como las que  también enseñó a algunos de los nuestros.

John Córdoba volviendo al centro del campo tras lograr su gol. PHOTO: Autor del Artículo.

John Córdoba volviendo al centro del campo tras lograr su gol. PHOTO: Autor del Artículo.

En fin, vino el gol-trompicón, ese gol que mosquea a los porteros porque se les escapa el balón rebotado de los brazos y da la casualidad que un delantero está en frente y le cae el rechazo de maravilla para que el esférico entre en portería como quien busca de madrugada sin mucho interés y se encuentra sin proponérselo algo que comer en el fondo del frigorífico.

La afición, naturalmente no le hizo ascos a la cara de pena que llevaba el balón entrando en portería, ni fue muy escrupulosa con las maneras con que la Fortuna se muestra tan contadas veces propicia, y cantó el gol como un “Gloria Dei” en un oficio religioso. ¡Aleluya! ¡Qué importa el color ni el tamaño del gato, si caza ratones! Tampoco el público había mostrado mucha espesura intelectual con la decisión arbitral de anular un gol al Elche, aunque el jugador precisamente que chutó a portería no estaba en fuera de juego, ni reclamó al juez de la contienda el reglamento cuando hubo una mano en el área del Granada con visos de penalti claro contra el equipo local. Las neuronas saben a qué lado del cerebro tienen que moverse cuando se está a favor o en contra de una jugada.

 

Acoso sin consecuencias sobre la portería ilicitana. PHOTO: Autor del Artículo.

Acoso sin consecuencias sobre la portería ilicitana. PHOTO: Autor del Artículo.

 

Lo que sí enfadó de veras al personal fue no abusar de la situación que se presentó después del gol: producto de la incontinencia arbitral de disparar a matar con tanta tarjeta amarilla a cada contacto o disputa del balón, el árbitro expulsó a un jugador ilicitano por acumulación de las mismas; y por lesión a los dos minutos tuvo que retirarse del campo otro, habiendo agotado todos los cambios el equipo visitante. (Sólo faltaba atar también al palo del poste al portero del Elche, para que el graderío se relamiera de gusto). Entonces el enfado no se hizo esperar porque, en lugar de aprovechar la ventaja numérica y lanzarse a poner una macedonia de goles en el paladar del público, los nuestros empezaron a especular con el balón: “tuya”, “mía”, “para éste”, “para aquél”, “para atrás”, “para allá”, “otra vez, para mí”, “no te vayas que te la devuelvo”. 

La afición pone todo de su parte. Portada de la Revista Oficial del GCF.

La afición pone todo de su parte. Portada de la Revista Oficial del GCF.

Quizás se apiadaban del enemigo caído, pero la hinchada, desesperada por tanta sequía de victorias, no podía comprenderlo de ningún modo, y burlándose alguien gritaba: “échamela a mí también, hombre, aquí a la grada”. El caso era dejar que pasara el tiempo sin hacer más daño al contrario, pero sin soltar el balón ni para andar, mucho menos para correr. Éramos más por fin esta vez también cuantitativamente, pero aquello había dejado de llamarse “fútbol” y se convertía en el juego del “Monopoly”, adquirir una propiedad y vivir de las rentas, como si el equipo pensase: “tengo tres puntos y no los suelto; no juego más, así tenga que durar una eternidad hasta que acabe el partido.”

En fin, como dice la canción del Álbum The Joshua Tree (1987) de Tútambién, o sea, de U2, “I STILL HAVEN´T FOUND WHAT I´M LOOKING FOR” (“Todavía no he encontrado lo que estoy buscando”) en este Granada C.F. de nuestros amores. Las dos victorias, la de la primera jornada y ésta, presenciadas en directo en Los Nuevos Cármenes, me siguen diciendo que no nos representan suficiente y adecuadamente como la calidad que nuestro equipo merece. Somos más que lo visto y lo vivido. Somos más que un manojo de hombres expuesto al azar de un resultado. Porque, en realidad, no perdimos gracias a que se anuló un gol al contrario y, afortunadamente, no se contabilizó un penalti a los nuestros. El resultado hubiera sido 1-2. Un desastre, una historia mejor para no ser jamás contada y que quede enterrada en lo que no fue porque no pudo ser. Somos más, y tiene que notarse. En el resultado y en el juego. ¡Hay que seguir trabajando!

 

Antonio Andino Sánchez