UN TORBELLINO LUMINOSO DE PASIÓN POR LA ENSEÑANZA

Dedicado a  Mª ROSARIO CARACUEL CÁLIZ.

Profesora de Geografía e Historia del I.E.S. ALBA LONGA (1994-2008)

De izqda. a dcha. Ana Garulo Muñoz (C.N.), Charo Caracuel Cáliz (Gª e Hª), MºVictoria Barrales Dafos (C.N.), Mª Dores Araque Cuenca (Lat.) Juan José Jiménez González (Director IES “Alba Longa”), Mª Jesús León Sánchez (F.Q.), Mª Salud Baldrich López (Gr.), Ana Mª Callejas Cotrina (C.N.) y Mª Victoria Sevilla Jiménez (E.F.).

Con Charo llegó al “Alba Longa” un destello luminoso, un torbellino imparable que, al momento, nos puso en movimiento. En mí generó, sumando un tanto de incertidumbre y un mucho de prudencia, un trajín inusitado, una actividad frenética que germinó en nuevos descubrimientos, como el Patrimonio o la Diver…, origen de gran parte de los trabajos, entretenimientos y  satisfacciones que me vienen ocupando  desde entonces.

 Charo es, entre todos, el mismo rayo en brillos cincelado, ese cúmulo de pasión y entrega que se sale por los ángulos de tan menudo y delicado ser: el bicho que le picó al tren…Torrente de energía desbordado, actividad incesante, entrega  a su profesión, y siempre con rostro sonriente a la par que inteligente.¡Una mujer menuda arrastrada por unos ojos inmensos a escape volador!

Disposición, agilidad, atención y amor. Amor a la vida que, en su ser primero y traducción directa, es amor a la comida…. Y aquí van y vienen ensaladas, chipirones y solomillos a porrillo, pechugas, corderillos, entrecôttes y jamones,  souffles,  postres,  vinos y licores. Cada día el recreo tiene su alegría y… sus recetas, que encienden nuestro paladar al ritmo de una descripción tan detallada, tan olorosa y tan sabrosa, que lo que resulta imaginación es el sabor a café que tiene el que degustamos en largos sorbos y tragos entrecortados.

         En otras ocasiones, afortunadas para algunos, pudimos gozar de una “Charo Dalloway”, recibiendo…….  a lo Virginia Wolf. Entre el sosiego de sus plantas y el amor de su hogar pudimos degustar en su absoluta carnalidad múltiples ensaladas, chipirones, solomillos a porrillo, pechugas, corderillos, entrecôttes y jamones,   souffles,  postres, vinos y licores. ¡Que en nada desmerecieron de los tan a diario soñados!

         Algunos años celebramos ardua competición sobre asunto tan delicado como la perfección en el acabado del tiramisú. Tanto Charo como Antonio Salinas no dudaban, y cada cual creía poseer la fórmula suprema  y la óptima realización del delicado pastel. Y al modo de los grandes maestros escultores de la Grecia Clásica, que exponían en el ágora el producto de su arte para que el pueblo votara y se pronunciara sobre la preeminencia de una de las creaciones, ambos presentaban sendas y suculentas tartas a nuestra consideración. Y, aunque a cada cual por separado y arteramente se le elogiaba la propia, nunca el jurado, ahíto, se pronunció definitivamente en ninguna dirección por miedo a perder el siguiente año alguna de ellas; de manera que aún nos queda pendiente la última competición y el postrer veredicto al pastel.  

En el centro Mº Rosario Caracuel Cáliz, tutora de 1º bach C durante el curso 1997-1998. FUENTE: ANUARIO 1998.

         A Charo también la vemos cada año en un ritual originariamente misterioso, pero ya familiar por reiterado, portando potente ramo de flores (¡casi mayor que ella!), símbolo preclaro del arcano desvelado: los objetivos curriculares propuestos por el mando han sido logrados. Los alumnos, luchadores impenitentes, en inútil combate, derrotados y vencidos, por fin claudicaron y a Doña Rosario se entregaron. Porque, como profe, Doña Rosario luce dura, pero segura con ese empaque faraónico que trasmite poderío, remansado en alegría, como consecuencia natural de una muy ajustada, casi perfecta conjunción  de su vida luminosa con el sol que la sustenta como guía y al que ahora está entregada y se entregará con pasión rediviva.

¿Para mí, quién es

Charo Caracuel?.

Pequeña, delicada,

Amante esposa,

Madre preocupada

Y Profe misteriosa.

Charo Caracuel

¡Una gran mujer!

Como criatura de luz,

Al sol se dio con denuedo

Hasta lograr un moreno

Que calcifica y aclara su ser. 

Charo Caracuel

¡Una gran mujer!

    José Antonio González Núñez