Don Jon

Me enfrento a una de las críticas más difíciles de mi vida. Y es que voy a analizar “Don Jon”, película que desde luego no dejará a nadie indiferente, tanto por su puesta en escena como por su contenido.

Trata sobre Jon Martello, un joven que resume su vida en “MI casa, MI coche, MI familia, MI iglesia, MIS colegas, MIS chicas y MI porno´´. Su vida cambiará cuando conoce a Bárbara, una chica que le hará perder completamente la cabeza. Esto nos puede hacer creer que estamos ante una película totalmente plana en su argumento. Sin embargo, como explicaré luego, estamos ante un largometraje con mucha “chicha´´ de por medio.

Tanto el director como el actor principal son Joseph Gordon Levitt. Para Gordon Levitt esta es su opera prima, y ciertamente lo hace bastante bien, salvando quizás el punto de la iluminación. Pues pone focos en ciertos planos de una forma muy forzada.

La película la podemos encuadrar en el género de comedia, pero poniendo el punto de mira hacia los adultos; es decir, no es muy recomendada para menores de 15 años. Está protagonizada por Gordon Levitt (El caballero oscuro: la leyenda renace; Looper o la lacrimógena 50/50) y por un dúo de actrices fabulosas como son Scarlett Johansson (Los Vengadores o Her), que hace de Bárbara Sugarman, y la oscarizada por Siempre Alice, Julianne Moore, que interpreta a Esther; ambas desarrollan sus papeles de una forma espectacular.

Tanto el guión como el desarrollo de la película están muy bien esbozados, pero hay muchas ideas interiores que al espectador medio se le pueden escapar. Como, por ejemplo, el contraste del “mundo real de las relaciones de pareja frente al mundo virtual representado por la pornografía”; o también es curioso el tema “Pecado-Iglesia”, dado que el onanismo es pecado y el protagonista, gran seguidor y practicante también del cristianismo, siente el deber de cumplir con el sacramento de la confesión. Choca ver las escenas de las confesiones: Jon le tiene que revelar al confesor todo lo que ha hecho en la semana y recibir la posterior reprimenda del cura. Incluso, podemos ver de paso cierta manipulación de la mujer sobre el hombre para tenerlo siempre controlado, como ocurre en la escena del supermercado, cuando Bárbara obliga a Jon a no comprar una mopa, ya que, según ella, eso es trabajo de una asistenta; tras una discusión Jon tiene que dejar la mopa en su sitio. Todo el film va llevado a la perfección con la B.S.O. con canciones que hilan muy bien la trama con los sentimientos del personaje.

En resumen, he elegido esta película porque se ocupa de algo que jamás había visto en el cine, como es la pornografía; y la presenta como un problema cotidiano, habitual. Pues, como le dice Jon en una escena a su novia, `El hombre que te diga que no ve porno es un mentiroso´ .

Diego Molina López  (2ºBACH. C – curso 2014/15)