Reencontrar el amor
Si hoy en día preguntas a alguien por qué cree que se produce la infidelidad, la mayoría va a contestar que ocurre porque el infiel busca en otra persona lo que no encuentra en su pareja [C.R.S.]. Se piensa habitualmente que la infidelidad se hace con crueldad y desde una frialdad y un desamor que ahoga a la persona que la ejerce [G.P.C.] Es una acción que se desarrolla en el campo del sentimiento llamado “amor”, ya que uno de los miembros, ya sea el hombre o la mujer, engaña a su pareja sentimental de manera física, psíquica o de ambas formas a la vez [B.R.L.]
La deslealtad al compromiso amoroso ocurre a raíz de un deseo natural-sexual. Nos vemos atraídos por otras personas. Sin embargo, esta vertiente no está sola, viene acompañada por una vertiente cultural-psíquica. En realidad, son dos caras de una misma moneda, inseparables; por lo que una infidelidad, que en un principio causa remordimientos, poco a poco va generando mejores sensaciones en quien la comete, pues su acción y desarrollo repercute también sobre todo en nuestra autoestima.
El papel de la autoestima es importantísimo porque influye en que, si encuentras a una persona que te hace sentir bien, instintivamente vas a querer estar más tiempo con ella, a su lado, aún teniendo ya una pareja previamente. El mismo sentimiento del amor no consiste sólo en querer a alguien; el amor es también quererte a ti mismo, que eres la única persona con la que vives toda tu vida y de la que no te puedes separar jamás. Por eso siempre buscas a alguien que te pueda querer como te gustaría quererte a ti misma, o sea, como necesitas que te quieran. [A.C.C.]
En la práctica, suele pasar que quien es infiel, se siente feliz y deseado por su amante, mientras que la persona que sufre dicha infidelidad se siente fracasada, abandonada, utilizada [A.V.V.]. Y ocurre en la mayoría de los casos que los traicionados piensan que lo han sido porque no han podido aportarle a su pareja todo lo que realmente necesitaban. Por eso decimos que la infidelidad ocurre en el campo de la autoestima, de la autovaloración de la propia identidad como pareja. Afecta tanto al infiel, en positivo, como al engañado, en negativo [C.R.S.].
Solemos decir que, cuando la infidelidad se produce, es porque uno de los dos tiene la autoestima baja y necesita sentirse atraído por una o varias personas. El deseo de sentirse querido por gente nueva esconde en realidad lo mucho que esa persona se ama a sí misma. De ahí que acostumbremos a tacharlos de “egoístas” [B.R.L.] Quien la hace se presenta socialmente como una persona mala, que no tiene sentimientos, egoísta y que no puede llegar a comprender el daño que le puede causar a su pareja, mientras que la parte engañada se describe como una persona emocionalmente débil y, en casos extremos, llega incluso hasta sentirse culpable de que su pareja le sea infiel [D.R.G].
La sociedad suele calificar de manera muy diferente si la infidelidad la comete un hombre o una mujer. Si es un hombre, prácticamente se le trata como a un héroe, que lo hace porque lo vale; sin embargo, si es una mujer, la etiquetan de fulana para arriba [A.C.C.]
Por último, una de las partes que se sobrelleva peor del tema de la infidelidad es el perdón. Si eres el engañado tienes dos opciones, perdonas o no, pero en ningún momento se olvida la traición. Pero si eres el infiel, puede aparecer el sentimiento de culpabilidad, que algunos tienen y otros, por desgracia, no.
El actor Johnny Depp ha dicho: “si amas a dos personas a la vez, elige a la segunda; porque si realmente quisieras a la primera, nunca te habrías enamorado de la segunda.” Pero este no es ni mucho menos la conclusión de la película “Reencontrar el amor”, objeto de nuestro análisis [B.R.L.]
Antes de ver la película todos teníamos muy claro que ” SI HAY AMOR, NO HAY INFIDELIDAD” y que si “HAY INFIDELIDAD, NO HAY AMOR” [K.Z.H.]. Sin embargo, tras haberla visto, nuestro pensamiento ha dado un giro de 360°, al darnos cuenta de que para que haya infidelidad, no es necesario que deje de haber amor hacia la pareja engañada. Todo el mundo pensará que esto es una tontería y que para nada estamos en lo cierto; y lo entiendo, ya que es algo difícil de comprender por los valores y costumbres que la sociedad nos ha impregnado desde pequeños (pues, como he dicho, todos tenemos muy arraigada la idea de que amor e infidelidad son opuestos).[G.P.C.]
Sin embargo, como digo, después de visionarla, descubrimos que la infidelidad puede realizarse entre una pareja felizmente casada, con una vida maravillosa y llena de amor. [K.Z.H.]. Los protagonistas viven el amor en sus casas, con sus hijos, sus parejas… lo que nos transmite que no es necesario estar mal para llegar a cometer una infidelidad [A.C.C.] Nuestra idea de que un hombre enamorado no puede o es imposible que le sea infiel a su mujer, es errónea, porque como bien muestra el desarrollo del argumento, este abogado tiene una familia que le quiere, y él no siente en absoluto falta de cariño o afecto por parte de su esposa. [K.Z.H.] Pierre, teniendo completo su amor y su felicidad con su mujer, también necesita una dosis de la otra chica (Elsa), porque le aporta algo diferente y novedoso. No es de extrañar. También puede comprenderse, porque es evidente que a todas las personas nos llama la atención lo novedoso, por nuestro afán de descubrir lo desconocido: cuando nos corre la intriga por nuestro cuerpo, nuestro cerebro se ve ahogado por las ganas de saber qué se siente, por pensar qué es lo que verdaderamente nos puede aportar esa relación a nuestra vida, que todavía no tengamos [G.P.C.]
Así, el protagonista empieza a ser infiel a su mujer, primero, de pensamiento, pero no lo hace porque no la ame: él está muy enamorado de su esposa, que es una mujer perfecta (guapa, lista, trabajadora…), y ella también demuestra estar enamorada de él. Pero el azar ha hecho que una noche conozca a otra mujer que también le atrae, además de sexualmente, sobre todo, por su personalidad. La mujer es tan guapa como alegre, dulce, extrovertida, natural… Y esto hace que el protagonista sienta y muestre un interés especial hacia ella. Podríamos decir que es aquí cuando el protagonista tiene que tomar su primera y crucial decisión: dejarse atraer por ella o evitarla.
En cuanto al ámbito familiar, recibe por parte de su mujer y de su hijo un amor y felicidad maravillosos y, por tanto, parece incapaz de plantearse la intención de serle infiel a su mujer y, con ella, a su familia. ¿Quién sería tan estúpido de romper una familia perfecta por una persona a la que solo ha visto una vez en su vida y a la que no conoce? [C.R.S.]
Por increíble que pudiera parecer, en el segundo encuentro con Elsa, Pierre se muestra como un adolescente, lleno de ilusión. Va a aflorar en él un sentimiento que no podrá reprimir. El resultado de este deseo de vivir feliz como el jovenzuelo que ya no es, va a ser la infidelidad. [C.R.S.]
El protagonista tiene todos los elementos que imaginamos que puede tener una pareja enamorada. Entonces ¿por qué ocurre la infidelidad si él es feliz? Como hemos dicho arriba, la causa está relacionada precisamente con el sentimiento del amor. Pierre, como muchas otras personas, no decide enamorarse de la joven escritora (pues el amor no es algo que nosotros podamos decidir cuando queremos que se produzca), sino que simplemente sobreviene sin previo aviso. [K.Z.H.]
Sabemos que el amor está formado por dos vertientes (sexual y psíquica). Para completarlo necesitan, en principio, estar satisfechas las dos vertientes. Cuando una de las dos falla, el amor se ve incompleto. Y si encuentras una persona que te aporta lo que la otra no te da, se suele justificar así la infidelidad. En la película se ve claro: al contrario de lo que nos han enseñado teóricamente, cuando se comete una infidelidad, puede ocurrir que siga habiendo amor. El problema es que pasas de compartir el amor con una persona, a compartirlo con dos. Y como vivimos en un mundo cegado por la posesión y muy limitado por el tiempo de atención a los seres queridos, lo queremos todo en exclusiva y en la mayor cantidad posible. Y por esa razón no sabemos ni somos capaces de compartir la persona amada con nadie [G.P.C.].
Con el ejemplo de Pierre y Elsa, nos damos cuenta de que, aunque una persona esté muy enamorado/a de su pareja, si aparece una tercera persona que le haga sentir vivo y lleno de ilusión, lo más probable que suceda es que no pueda resistirse a vivir una experiencia con esa nueva persona. La mayoría de las veces (por no decir todas las veces) que tenemos que tomar una decisión, vamos a elegir siempre la opción más placentera para nosotros en ese momento. Y esto es lo que le pasa al protagonista. Decide conocer a Elsa. Esta decisión va a ser muy importante para él porque, al tomarla, sabe que tendrá que repartir su tiempo tanto con su familia como con ella. Y así lo ve el público en las escenas que reflejan los pensamientos subjetivos del protagonista.
Al principio, Pierre no se siente mal, sino todo lo contrario, se siente más “vivo” que nunca. [C.R.S.] Cuando engaña a su mujer besando a Elsa, se siente como en la flor de la vida, feliz, enamorado, deseado, como un auténtico adolescente en plena alegría de vivir. Y en la película, la directora nos muestra a ambos en la escena, en la que aparece conduciendo él en la moto y ella en su coche, felizmente cantando y plenamente enamorados. [K.Z.H.]
Pero el final de la película resulta inesperado. Tras, por fin, quedar en el hotel de Londres con la escritora, entrando ya en el umbral de la habitación, Elsa recibe una llamada por teléfono de su hija. El hombre se queda solo y en ese momento al mirarse la manga de la camisa ya desabrochada, se da cuenta de que él también tiene una familia al otro lado de su vida, y empieza a recordar el juego de guiñol que suele hacerle con los puños de la camisa a su hijo pequeño. De este sencillo modo la directora de la película nos revela claramente la realidad de la infidelidad. Es una cuestión de tomar decisiones sobre nuestra vida, cosa que estamos muy acostumbrados a hacer en todos los campos de la misma y que olvidamos en este asunto concreto de la infidelidad. Entonces, repentinamente Pierre abandona a Elsa y decide volver a su casa con su familia [A.V.V.]. Cuando en la habitación sonó el teléfono, ese pequeño momento de pausa entre los dos, permitió ese instante crucial en el que el protagonista se da cuenta de que esa trama de sentimientos y esas ganas de vivir el amor con Elsa desaparecen cuando su cerebro toma distancia de los deseos, se vacía de ellos y deja atrás toda la ilusión vana que había tejido antes. Entonces piensa de manera razonada y decide salir de esa habitación, porque cae en la cuenta de que su amor y su felicidad no están entre esas cuatro paredes del hotel, sino que están a miles de kilómetros esperándole con los brazos abiertos, en su hogar [G.P.C.].
Texto colectivo a partir de los trabajos realizados en clase de Sociología de Ángela Crespo Contreras [A.C.C.],Denís Rodríguez Guisado [D.R.G.] Beatriz Rodríguez López [B.R.L.], Cristina Ruíz Soto [C.R.S.], Ana Velasco Velasco [A.V.V.] y Karlota Zubizarreta Hontiveros [K.Z.H.] (2ºBACH. A+B+C – curso 2015/16).
Ficha técnica:
Título original: Une Rencontre.
Año: 2014.
Duración: 80 min.
País: Francia.
Director: Lisa Azuelos.
Guión: Lisa Azuelos.
Fotografía: Alain Duplantier.
Reparto: Sophie Marceau, François Cluzet, Jonathan Cohen, Lisa Azuelos, Alexandre Astier, Niels Schneider, Olivia Côte, Arthur Benzaquen, Stéphanie Murat, Sarah Naudi.
Productora: Pathé / Bethsabée Mucho..
Género: Romance | Drama romántico.
Calificación: No recomendada para menores de 7 años.