BOYHOOD (Momentos de una vida)

Os presentamos 9 visiones distintas y distantes de la película BOYHOOD (Momentos de una vida), 9 análisis o maneras de desentrañar su temática, que para anticiparos su tratamiento hemos clasificado con los siguientes adjetivos: sinóptico, narrativo, existencial, segmentado, impresivo, psicológico, sociológico, filosófico y realista. Leedlos todos. Todos son interesantes.

El análisis sinóptico, por Álvaro Troya Ramón.

El objetivo principal de esta película es narrar la aventura de vivir a través de los ojos de un niño, llamado Mason, con tán solo 6 años, que va a ir creciendo hasta llegar a los 18 años, justo cuando entra a la Universidad.

En este filme Mason va a ir adoptando su forma de ser y va a ir descubriendo sentimientos que no conocía. Todo esto se consigue para todos con la influencia de las personas que nos rodean, desde que nacemos nuestra familia, amigos etc.., que nos han ido aportando algo a nuestro carácter. En este caso, Mason está influenciado por su hermana mayor, sus amigos, su abuela etc… Pero sin duda lo que más efecto le causa es la separación de sus padres.

Los padres también van a mostrarnos su visión del mundo. Ellos también van a sufrir cambios: la madre se sacrifica por criar a sus hijos y, además, intenta avanzar profesionalmente. Cuando Mason y su hermana se independizan, ella se da cuenta de que no ha obtenido ninguna recompensa personal. Respecto al padre, tras separarse viaja a Alaska a trabajar, encontrar estabilidad económica y sorprendentemente forma una familia con una persona de ideología totalmente distinta.

Desde mi punto de vista, una de las ideas más importantes que podemos extraer de esta cinta, es que por muchos problemas que nos surjan siempre hay que seguir hacia delante. En este caso Mason ha sufrido muchísimos problemas; ha tenido que lidiar con un padrastro borracho y violento, desamores, mudanzas etc… Me centro en Mason porque es el protagonista, pero a través del padre y de la madre hemos aprendido que hay que ser valiente y tener coraje, que las cosas no siempre salen como queremos o esperamos.

La segunda idea fundamental que he percibido es el apoyo de la gente que nos rodea que es lo que nos da fuerzas para seguir hacia delante y resolver nuestras preocupaciones.

 En conclusión, la vida está llena de cuestiones y problemas sin resolver, pero a medida que vamos avanzando vamos comprendiéndolas. Se nos van a plantear cosas buenas y cosas malas pero siempre hay que ser positivo. Voy a finalizar con un dicho popular: “Si la vida te da limones, haz limonada”, la interpretación es aprende a sacarle provecho a lo que tienes.

Álvaro Troya Ramón

curso 2015-2016. 

El análisis narrativo, por Ana Velasco Velasco.

Boyhood es una película donde se ve con el paso de los años cómo cambia una familia en todos los aspectos.

Mason un niño de 6 años ve cómo su madre no está a gusto con ser madre, ya que es joven y ha pasado de ser hija a ser madre demasiado pronto con una serie de responsabilidades a su cargo. Sucede al comienzo de la película. Un amigo de la madre llega a su casa para salir de fiesta, pero ella le dice que no puede porque no tiene con quién dejar a sus hijos. Es consciente de sus responsabilidades y debe de quedarse con ellos. El amigo se enfada, no entiende que la mujer haga esto por el simple hecho de que no son sus propios hijos y no tiene sentimiento alguno hacia ellos.

A continuación, la madre del protagonista se dedica a estudiar en la Universidad, donde conoce a un profesor mayor que ella. Se fija en él y se van a vivir juntos. Este señor tiene dos hijos, y está también separado.

El padrastro alcohólico de Mason.

El profesor es una persona alcohólica. Bebe mucho y a escondidas. Parece que lo hace por el simple hecho de sentirse más a gusto consigo mismo. Pero tras beber se pone alterado y todo le parece mal, pero lo que hace él no, él se cree con derecho por ser la autoridad de la casa.

Los hijos de la protagonista viven en un ambiente cerrado. En la casa del padrastro todo son normas. Cuando el verdadero padre recoge a Samantha y a Mason, ellos no van muy felices. No se sienten a gusto con la nueva pareja de su madre. Resulta hermoso contemplar lo que hace el padre de estos chicos para sacarles de la rutina en la que viven: el padre juega con ellos, se divierten sin dejar de sentirse, a pesar de la distancia, una verdadera familia.

En la película se puede ver cómo el padre de Mason los trata a los dos por igual; sin embargo, el padrastro, no. Deja incluso a uno suyo de lado, despreciándolo, como si no significase nada para él. No es imparcial con los hijos ya que no le presta la misma atención a uno como a otro. Es una persona con malos hábitos. Todo el tiempo está imponiendo normas a su capricho.

La familia de Mason ya mayor.

Tras el transcurso de la película vemos cómo Mason quiere que sus padres vuelvan. Para él sería una meta. Mason le pregunta reiteradamente al padre si trabaja. Lo hace para ver si cumple con lo que su madre quiere en un hombre. El chico al ser pequeño no entiende que sus padres estén separados, y tiene que vivir una vida compartida. Pero va a tener que aguantarse así toda una vida, ya que sus padres están separados y seguirán siempre separados.

Conforme sigue pasando el tiempo, el padrastro de Mason decide cortarle el pelo a este, sin su consentimiento. Para mí lo que hizo este hombre es una barbaridad, por el hecho de que si a mí me lo hiciesen cambiaría mi físico totalmente y me sería muy doloroso, sobre todo, en contra de mi voluntad. El padrastro lo hace como un acto de dominio y superioridad. La madre le preguntó por qué había hecho eso con su hijo y él empezó a darle voces mostrándose superior.

Cuando sus hijos llegaron del colegio, vieron como su madre estaba tirada en el suelo llorando. El padrastro, imponiendo sus normas, hace saber así que él es el que manda en la casa, y que todo lo que él haga está bien, y que las opiniones de los demás no cuentan. Así el hombre intenta quitarle toda la autoridad a la madre. Con todo lo que sucedió, la madre se da cuenta de que no puede seguir aguantando esto y decide irse. Al cabo de las horas vuelve para llevarse a sus hijos.

Cuando el padre de Mason vuelve a por sus hijos, se los lleva a un bar para estar con ellos y hablar de temas íntimos. El hijo ve como una mujer se dirige hacia su padre, se queda asombrado de creer que su padre no era una persona que ligara y, de repente, ver que se le acerca esta chica. En esto vemos una copia de la realidad, en el sentido en el que en la vida real nadie controla nada, las cosas suceden como unos choques, donde nosotros no decidimos quien entra y quién sale.

Cuando Mason ya es mayor, en el día de su cumpleaños le regalan cosas pero este no le presta mayor interés. En el regalo del nuevo abuelo cómo hay un choque de ideologías, pues la familia de la madre es conservadora y la del padre es demócrata, seguidor de Obama.

Ana Velasco Velasco

curso 2015-2016.  

El análisis existencial, por Beatriz Rodríguez López.

Si me dijeran que compararse la vida con algo, yo que creo que la compararía con una estación de trenes. Pues es eso, ¿no crees? Es decir, nuestra vida va guiada por unas vías, en las que va nuestro tren, que se compone de innumerables vagones. Cada uno representa una situación distinta: el vagón de la familia, el de los amigos, el personal, etc. Y, por otro lado, las innumerables personas que se suben en él. Algunas se quedan para siempre, otras bajan pronto en la estación más cercana, o tardan más en apearse, porque dicha estación está más lejana.

Todo empieza, claro está, desde pequeños que es la época más imaginativa, feliz e ignorante de todas. Es una época donde lo más mínimo hace estallar nuestra imaginación a miles de cosas insuperables y creativas, que nos llegan a crear un estado de felicidad. Pero, por otro lado, es la etapa más ignorante, ya que al ser tan pequeños no entendemos nada, ni le vemos sentido a muchas cosas. Queremos saber el porqué de todo, pero a la vez no nos vale de nada.

Como por ejemplo, ver a mamá enfadada y no saber el porqué. Quieres saber qué le pasa, pero te da miedo, no sea que fuera por tu culpa que ella esté así, cuando en realidad puede que se haya peleado con papá o incluso separado de él.

En muchas familias las rupturas se producen por múltiples motivos. En la película “Boyhood”, una madre muy joven tiene a dos niños. Uno de ellos es el protagonista. Desde pequeño observa cómo la madre tiene varias parejas, y ninguna de ellas vuelve a ser con su padre.

Desde el principio vemos a la madre joven, con una responsabilidad muy grande y con muy poca estabilidad. La primera pareja, al no ser sus hijos, no quiere meterse en complicaciones y eso motiva que rompa con él.

Hoy en día, normalmente cuando una persona quiere algo con otra, lo primero que busca o se fija, es si esa persona tiene estabilidad (económica, emocional, social, familiar, etc). Bien, pues esos son unos de los motivos por los que la madre del protagonista rompe con el padre biológico, ya que no tiene ninguna estabilidad, y se ve envuelta en una espiral sin salida, en busca de alguien que le de esa estabilidad.

La madre tiene varias parejas, y se podrían clasificar de la siguiente forma:

El primer marido lo conoce en la Universidad. Es su profesor. Como he comentado antes, lo que nos fijamos en una persona, aparte de que nos atraiga, es en la estabilidad y seguridad que tiene. Por lo tanto, al ver que tiene esa seguridad, se aferra a él. Sin embargo, este profesor, todo lo que tiene de estable y seguro, lo tiene de alcohólico y agresivo. Pues ejerce una autoridad sobre los hijos de ella, que ni siquiera son los suyos, y eso genera una cierta tensión y rivalidad.

El segundo marido lo conoce también en la Universidad. Pero esta vez cambian los papeles, porque ahora es ella la que tiene estabilidad. Es profesora de psicología y su pareja es un alumno suyo. Eso crea que en la convivencia la mujer sea la que tenga mayor poder, mientas que su pareja se sienta a un “nivel inferior”.

Tengo que destacar, que durante los momentos de convivencia con esta pareja, hay una escena en la que la madre le dice a un joven trabajador que es muy listo y que le iría muy bien en los estudios. Acto seguido, más delante de la película, estos dos personajes se vuelven a reencontrar, y el joven le agradece de corazón que le haya aconsejado que estudie, ya que ese comentario, le cambió la vida. Por lo tanto, quiero destacar de esto: que cualquier detalle insignificante puede hacer maravillas en ti.

Casi en toda la película está muy presente la figura del padre biológico. Desde un principio vemos a un padre muy decisivo y decidido a interactuar con sus hijos. Porque no lo vean todos los días, no significa que tengan que perder esa confianza. Pues, como todo el mundo sabe, el roce hace el cariño. En este caso es todo lo contrario: es él que se para y les dice que tiene que conversar más entre ellos, que no es sólo el padre divertido que le compras cosas, lo tienen también para los asuntos serios, porque ante todo no deja de ser su padre.

En el padre vemos una evolución semejante a la de la madre, porque empezó siendo una persona alocada y divertida, pero conforme fue avanzando, conoce a una mujer, con la que se casa, y se vuelve una persona más responsable.

Desde mi punto de vista, esta película nos muestra cómo la vida es tan continua, que no nos damos cuenta de lo que vamos dejando atrás, hasta el momento en que te pones a pensar en tu pasado y ves las cosas que dejas de lado sin darte cuenta de que en algún momento no lo supimos valorar del todo bien.

Nos muestra también que, aunque la vida sea continua, todos nuestros actos se presentan en un momento diferente y nunca tienen que ver el uno con el otro. Y es por eso que tal vez no tengamos el control de nada, ya que creemos que aprovechamos el momento, pero es el momento el que se aprovecha de nosotros.

 Beatriz Rodríguez López

curso 2015-2016. 

El análisis segmentado, por Helena Arco Castillo.

Infancia.

Es una fase en la que nos dejamos manipular, porque creemos ciegamente en los mayores. El protagonista peca al fiarse de su primer padrastro (aunque no lo haga del todo, ya que sospecha que algo hace mal), vive en una dictadura en la que hace todas las tareas que el hombre le ordena; además, no tiene libertad de peinado, ni de vestimenta.

Aunque no lo percibamos del todo, su infancia se acaba cuando ve cómo este hombre pega a su madre, y ella huye de esa casa.

Adolescencia.

Su adolescencia ocupa la mayor parte de la película. La segunda mudanza de su vida, en la que por fin se establecerá y tendrá amigos fijos –con los que vivirá salvajadas, como todos los niños, que hacen burradas para creerse más mayores de lo que son-. También tendrá novias. Aunque, como vemos, no es muy agraciado, tiene lo que muchos carecen y tantos buscan: seguridad.

Esta seguridad se debe a todo lo que ha vivido, y a todos los consejos que recibe de su padre –lo ve una vez cada quince días debido a la separación de sus progenitores–, un gran ejemplo a seguir. ¡Ojalá todos pudiéramos tener una figura paterna que, al no saber ser padre, sea “el mejor colega”, que da los mejores consejos que existen (como, por ejemplo, que hay que dejar hablar a las chicas, y hacerles preguntas, mostrando interés, o cómo saber subir la autoestima, quitar la inseguridad, en las horas bajas…).

En esta fase, además de la evolución como persona del protagonista, se ve la evolución de su padre. Este por fin crece y deja de ser el “maduro con mentalidad de joven”, que lo ha educado, y establece su propia familia con una ideología totalmente diferente a la suya de partida. De aquí el dicho de que “el amor todo lo puede”: es capaz de adaptarse y aceptar condiciones que antes nunca se habría planteado.

Juventud.

                Esta parte, en la película apenas sale, solo un breve guiño al empezar la Universidad. En esta conoce a la chica “definitiva”, que comparte la misma filosofía de vida: no se dejan llevar por estereotipos, cada uno es cómo es, único.

Helena Arco Castillo

curso 2015-2016. 

El análisis impresivo, por Denis Rodríguez Guisado.

Película estadounidense dirigida por Richard Linklater, Boyhood (Momentos de una vida), como su propio nombre indica, es una película que trata sobre las etapas de la vida de un niño, conocido por el nombre de Mason. Está rodada durante 12 años: comienza desde su niñez y finaliza el rodaje cuando Mason se marcha a la Universidad, dirigiéndose hacia un nuevo horizonte en su vida.

La vida de esta familia se muestra siempre cambiante a lo largo de la película. El primer cambio comienza cuando la madre de Mason decide divorciarse de su padre. Este era una persona liberal, al que no le ataba ningún tipo de normas y restricciones, se centraba en disfrutar su vida y hacer que sus hijos disfrutaran también; es decir, se regía por el instinto, por los impulsos y la necesidad básica del placer. Sin embargo, la madre tenía otro carácter más controlador y organizador de la familia. Sucesivamente se van produciendo más variaciones tras pasar Olivia, la madre, por una serie de novios incoherentes, posesivos, alcohólicos, egoístas, etc. Finalmente, su padre se casa con una mujer, cuya forma de ser y pensamientos son muy diferentes a los que él tenia anteriormente, provocando así un cambio directo en su temperamento, haciendo que se comporte de una manera madura ya que “lo que mide los actos humanos no son nuestras ideas, sino el corazón”. La madre tras un continuo periodo de mudanzas, se centra y decide quedarse definitivamente en una nueva casa.

Mason está continuamente reflexionando sobre lo que sucede en su vida y los cambios que se producen en ella (desde un padrastro alcohólico y egoísta; sus primeros amores, etc.) que hacen que Mason forje una actitud en la que no se deja llevar por los impulsos, sino que se acostumbra a tomar decisiones, pues la vida es siempre incertidumbre.

En conclusión, no solamente es una película, sino que es el reflejo de la vida de muchas personas, provocando que nos conmovamos y reflexionemos sobre cómo es nuestra propia vida.

Denis Rodríguez Guisado

curso 2015-2016.  

El análisis psicológico, por Cristina Ruíz Soto.

Antes de ver la película yo también pensaba que la realidad, de una manera u otra, era la que condicionaba la vida de cada persona. Pero, esta idea es errónea. Como hemos visto en la película, cada personaje va evolucionando de tal modo que sus acciones y decisiones van a ir definiéndolos y, por tanto, van a ser estas decisiones las que construyan la realidad que va a vivir cada personaje a lo largo de su vida.

Un claro ejemplo relacionado con la película son las relaciones amorosas de la madre: las decisiones que toma tras separarse del padre de sus hijos van a ir construyendo la realidad que vivirá doce años más tarde, cuando sus hijos abandonen el hogar familiar y ella se quede sola por no haber tomado otras decisiones más correctas; ya que Olivia (ése es su nombre) prefería una buena estabilidad económica antes que guiarse por sus verdaderos sentimientos.

Aquí encontramos un tema muy interesante para analizarlo; ¿Realmente alguien podría mantener una relación con otra persona sólo por dinero? Parece ser que sí, pero “amar” sin sentirlo no es amor, ya que para que una relación funcione tiene que haber amor entre los dos miembros de la pareja. Y digo “amor” y no “interés”. Este interés va a ser la causa de que todos los matrimonios de Olivia fracasen. Ella va a seguir amando a su primer marido, pero como en él no encuentra la estabilidad económica que necesita, va a negar ese sentimiento hacia él y va a seguir conociendo a otros hombres con mayor poder adquisitivo ( profesores de universidad, militares…) Las relaciones de la madre van a suponer un problema para sus hijos, sobre todo, para Mason, que desde muy pequeño tendrá que aguantar desfiles de hombres borrachos y que no respetan a su madre; esto le afectará porque él va a querer mantener la familia unida que tenían al principio. Siente un gran afecto por su padre biológico. Como diríamos hoy en día, es un padre 10: Se ocupa de sus hijos, los trata por igual, mantiene una estrecha relación con ambos… A lo largo de la película se ha ido apreciando la estupenda relación que mantienen Mason y Samantha con su padre.

“Boyhood” ha sido grabada durante doce años, por lo que en la película podemos observar una serie de fotografías que reflejan la realidad año tras año. Esto hace pensar en el paso del tiempo y con este darnos cuenta de que todo a nuestro alrededor cambia. Mason y Samantha van a pasar por esta situación ya que de tener un mejor amigo/a, una mañana y sin previo aviso se ven obligados a mudarse a kilómetros de ellos, de tener un padre genial van a ir viendo durante su infancia y adolescencia desfiles de hombres, las continuas mudanzas…

A lo que quiero llegar con todo esto es que en esta vida nadie puede controlar nada y mucho menos decidir qué personas deben permanecer a nuestro lado y quiénes no. Como hemos visto en la película, Mason va a estar muy enamorado de Sheena, pero llega un momento en sus vidas en el que este amor se va a perder. Este hecho afectará tanto a Mason que llegará a preguntarle a su padre qué sentido tiene la vida. Su padre, que siempre ha sido un hombre con respuestas muy acertadas para todo, le ayudará a entender que en la vida hay que luchar y donde uno más lucha es en el campo del amor y, por ello, no le tiene que dar tanta importancia a su ruptura, ya que conseguirá conocer a chicas mejores.  

Una de las cosas que he aprendido de esta película es que la mayoría de los actos que las personas hacemos, no se miden por nuestras ideas sino por el corazón, que nos indica dónde y cuándo estamos a gusto y dónde y cuándo no. El padre de Mason se va a dar cuenta de esto cuando se casa con una mujer conservadora, siendo el liberal. Pero esta diferencia ideológica no le va a suponer ningún problema porque con ella se siente tan a gusto que hasta será capaz de formar una nueva familia.

Como conclusión, decir que la vida son momentos, instantes en el tiempo que hay que disfrutar y apreciar. No hay que buscar el momento perfecto ya que es el momento el que nos encuentra a nosotros, “el momento es el que en verdad nos atrapa a todos”.

Cristina Ruíz Soto

curso 2015-2016.  

El análisis sociológico, por Ángela Crespo Contreras.

La película nos muestra una historia dramática que recorre 12 años de la vida de Mason, desde los seis a los dieciocho. Como dice la sinopsis de la película: “Durante este periodo, se producen todo tipo de cambios, mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, desilusiones y momentos maravillosos. Un viaje íntimo y basado en la euforia de la niñez, los sísmicos cambios de una familia moderna y el paso del tiempo”. Durante las casi tres horas del largometraje, se nos muestra una absoluta aplicación a la vida real de la frase “non scholae, sed vitae discimus” (“no aprendemos para la escuela, sino para la vida“), escrita por Lucio Anneo Séneca.

Cuando son pequeños, la vida de Mason y Samantha sigue una serie de giros que sus infantiles cerebros no llegan a comprender totalmente. Su madre busca constantemente una estabilidad. Como su primer marido y padre biológico e los niños no conseguía la suficiente estabilidad económica, termina divorciándose. Sin embargo, este padre es un importante modelo y una figura de referencia que, aunque no sea 100% madura como se esperaría, escucha a sus hijos y les dice lo que necesitan oír. Eso lo podemos ver la noche que se quedan a dormir en su casa. Mason le pregunta por la existencia de los elfos; entonces su padre le hace una gran diferencia entre el mundo utópico con el que el niño sueña y la vida misma, devolviéndolo de un plumazo a la realidad.

La segunda pareja de la madre es su profesor de la Facultad de Psicología. Tiene una estabilidad económica y presenta la figura de padre de familia con una vida estable y dos hijos. Después de casarse y pasar algo de tiempo, la imagen de padre ejemplar empieza a desmoronarse y se muestra la persona que en realidad es: alcohólico, dominante, controlador y maltratador. La madre excusa su matrimonio diciendo que les da a sus hijos el padre que necesitan. Sin embargo, Mason ya aceptaba a su familia tal y como era, independientemente de tener esa figura paterna o no. Vemos cómo, al obligarle a cortarse el pelo, se produce una total anulación de su personalidad. Cuando la madre se va, el padrastro obliga a los cuatro niños a darle los móviles para revisarlos, excepto el de su hija biológica, Mindy, porque sabe de sobra que la tiene moldeada al modo como quiere que se comporte. Poco después veremos cómo abandonan a los hermanastros y al marido de su madre porque no pueden soportar más la horrible situación.

Han pasado unos años, ya no son niños pequeños, han crecido. Por eso su padre les habla de una forma muy sincera, sin tapujos, como si en lugar de estar hablando con sus hijos lo estuviera haciendo con sus amigos. A ellos este cambio les resulta muy violento, porque hablan de temas que no resultan cómodos de hablarlos con un padre. En esta etapa de la Secundaria, Mason comienza a ser víctima de bullying verbal. Quizá este tipo de acoso es el que más daño hace porque ataca directamente a la autoestima, como una hilera de cañones disparando contra un castillo de naipes a medio construir. En este tiempo la madre ha conseguido graduarse y ahora trabaja como profesora en la Universidad. Tras conseguir esta estabilidad económica, su tipo ideal de hombre pasa a ser diferente, más parecido a como era su primer marido quien, por otro lado, ha rehecho su vida, que ha dado un giro de 180 grados. Ante este repentino cambio, Mason deja de lado la familia y busca refugio en sus amigos. Ha entrado de lleno en la fase de sexo, drogas y alcohol. La madre lo sabe y lo trata como si fuera mayor de lo que en realidad es.

El cumpleaños de Mason celebrado junto a su padre, su nueva esposa y suegros es algo que le marca mucho, ya que se ha casado con una mujer perteneciente a una familia muy conservadora. Esto muestra un gran contraste, ya que el padre era una persona muy progresista que no se avergonzaba de mostrarlo en cada momento. La forma de ser de esta familia queda muy bien reflejada en los regalos que le dan a Mason por su 18 cumpleaños; que son: una biblia, un traje y una escopeta que había pasado de padres a hijos. Lo positivo de dicha familia es que mantienen la importancia del contacto físico y de hacer cosas juntos, transmitiendo una completa acogida y unidad entre ellos.

Observamos que para Mason su mayor pasión es la fotografía. A través de ella puede mostrarle al mundo la forma en la que él lo ve: es su propio espejo de la realidad. Respecto a este tema tiene con su profesor una charla que goza de gran importancia, de la que podemos sacar en claro que la gente con talento no triunfa, porque siempre habrá alguien sin talento dispuesto a hacer cualquier trabajo para quedar por encima de aquel y pisotearlo.

Aristóteles decía “somos lo que hacemos”. Cuando nos quitan nuestra pasión, lo que hacemos… ¿quiénes somos? Gran parte de nuestra personalidad se basa en hacer eso por lo que vivimos, eso que amamos hacer. ¿Qué pasa cuando nos anulan ese aspecto? ¿Me anulan a mí, o a una parte de mí? ¿Por qué nos sentimos tan vacíos cuando nos lo arrebatan? Porque es un ataque directo a la imagen personal. Y no sólo a la que mostramos al mundo, sino también la que tenemos de nosotros mismos. Pensamos que nuestra pasión es prácticamente una obra de arte, la obra maestra de nuestro ser, pero olvidamos que incluso las pinturas más hermosas pueden arder.

El tercer marido de la madre era alumno suyo, antiguo marine ya retirado. Para él su oficio bélico era su pasión y su forma de vida, ahora que ya no lo tiene, es como si le hubieran arrancado un trozo de él mismo. No consigue un buen trabajo, por lo que su sueldo es insuficiente. Esto le anula parcialmente su personalidad porque se siente inferior a su mujer y tiene miedo de lo que piense la gente. Por su parte, Mason muestra una total indiferencia hacia él. No le muestra el respeto suficiente, ya que no lo ve como su padrastro, aunque lo sea.

Mason tiene una novia con la que se siente muy cómodo y con ella habla sin preocupación de temas intrascendentes. Una de esas conversaciones es su queja de las nuevas tecnologías. No le gusta vivir a través de pantallas, quiere mantener conversaciones en las que predominen las sonrisas, en lugar de dos puntos y paréntesis: quiere realidad.

Se dice que los humanos tienen dos apariencias: una es la persona de las 2 de la tarde, y la otra es el monstruo en el que nos convertimos a las 2 de la mañana. Pocas personas tienen el privilegio (o la desgracia) de conocer nuestro monstruo interior, aunque quizá sea este más sincero e inofensivo que la forma humana original. La novia es de esas pocas personas a las que el “monstruoso” Mason se muestra. Él se sincera y le dice que tiene dudas, y que tiene miedo de dudar toda su vida. Quizá ese monstruo de la madrugada aterroriza a la chica y la hace huir a los brazos de uno de los deportistas del Instituto. Mason habla de esto con su padre, se culpa por haberla perdido, por no tratarla como se merecía. En este momento el padre le da uno de esos consejos que deberíamos enmarcar en una zona bien visible de nuestro recuerdo: “No cedas el control de tu autoestima a otra persona.” Somos la única persona con la que coexistimos durante toda nuestra vida, de la que no podemos huir y con la que tenemos que aprender a convivir.

Concluye la película con una paradoja que nos dejará pensando. Constantemente se nos dice que debemos aprovechar el momento, vivir el presente, pero parece que es el momento quien se aprovecha de nosotros, quien nos vive a nosotros, porque pocas veces, por no decir ninguna, somos capaces de controlar nuestro entorno para que todo ocurra en nuestro beneficio.

Una cita de Nietzsche dice “nos afecta más lo que no nos pasa que lo que nos pasa.” Quizá no tenemos claro quiénes somos, pero es obvio quien NO somos. Mason no ha tenido una vida fácil. No ha tenido suerte en el amor. No ha tenido una familia completamente estructurada. Nadie se ha parado a escucharle y a comprenderle. Sus dedos nunca han conseguido nada más que el simple roce con mechones del pelo de la Oportunidad que jamás atrapó. Todo esto han sido los pilares sobre los que se ha edificado su persona.

En definitiva, el ser humano es un ser social, nos afecta todo a nuestro alrededor. Durante toda la película no se nos muestra una absoluta continuidad, sino que se nos muestran una sucesión de escenas aisladas que poco a poco van tramando 12 años de la vida de Mason. Como la vida misma, no vivimos siguiendo un guión. Avanzamos a través del tiempo, saltanto escenas, improvisando diálogos, interactuando con el reparto de actores, cada uno protagonista de su propia película. No existen tomas falsas ni ensayos, todo es una improvisación irrepetible. En continuas ocasiones buscamos al director de nuestra película, le reprochamos lo absurdo de algunas escenas o el infinito drama de otras. Buscamos la cámara oculta durante el rodaje porque dudamos que dichas escenas estén en el guión, pensamos que son bromas que nos gastan entre bastidores. Pero no nos damos cuenta que nosotros mismos somos el actor principal, guionista, director, productor y cámara del largometraje de nuestra vida.

Me gustaría cerrar este análisis con una de mis frases favoritas, esta perteneciente al mítico actor Charlie Chaplin, muy apropiada para este tema y aplicable por completo a la realidad: “La vida es una obra de teatro que no permite ensayos… Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida… antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.”

Ángela Crespo Contreras

curso 2015-2016.  

El análisis filosófico, por Gloria Posadas Collado.

En esta película hay varios aspectos de la vida que me han impactado. Porque me he dado cuenta de que en la mía también están o han estado presentes, y por eso me gustaría hablar de ellos. Estos son: Evolución y Equilibro.

La evolución, se ve muy reflejada en todos los personajes que forman esta película.

Esos saltos de escena que se sucedían, que en cuestión de segundos veías a los protagonistas cambiados al 100%, me dieron mucho que pensar. Me hizo llegar a la conclusión de que estos mismos saltos son los que nos cambian nuestra vida; pero, en lugar de cambiarnos nuestro físico, en la vida real lo que nos cambia es nuestro interior.

Esto tiene mucho que ver con el equilibrio que mencioné antes, del que la vida carece. Como en un ejemplo que vemos al final de la historia: La madre, a la que se le implantó de repente ese papel desde muy joven, se pasó largo tiempo de su vida con ese roll de madre soltera que trabaja y estudia para sacar su vida a delante. Y, de repente, con 40 años, cuando sus dos hijos ya han crecido, llega ese momento tan temido por todos los padres. Mason, el pequeño se va a estudiar a la Universidad, y ella se queda sola.

En cuestión de minutos, su rol de vida cambiará para siempre y pasará  a ser otra persona dejando atrás toda una vida que se ha ido formando año tras año, para que en cuestión minutos se desvanezca. Aquí me paro y pienso. ¿Para qué vivimos?

Si por lo único que luchamos es por tener el control de nuestras vidas, pasando fases y fases, hasta llegar hasta ese momento estable que tan bonito nos pintan y que tan imposible es de conseguir… La vida está llena de imprevistos, todo los que creíamos tener controlado se evapora, porque no existe el equilibrio.

Dedicamos toda una larga etapa a cumplir nuestro papel, para que luego la realidad caiga de repente sobre nuestro cuerpo y nos demos cuenta de que la realidad es el “ahora”; por lo que, conforme el tiempo pasa, mi realidad cambia. Cada palabra que escribo, es un concepto diferente de realidad. Sin embargo, la mente abarca el pasado, el presente y el concepto de futuro, por lo que el proceso es mucho más lento. Y esto es lo que nos provoca esa inseguridad que todo el mundo tiene, ya que no estamos preparados para afrontar la realidad.

Para terminar una última reflexión: creo que nuestra realidad como personas se forma, sobre todo, por lo que no somos. Es decir tenemos mucho más  claro lo que no somos que lo que somos, porque el NO, es mucho más fuerte y más impactante que el sí. Tiene más poder, por eso creo que es lo que más nos marca.

Gloria Posadas Collado

curso 2015-2016.  

El análisis realista, por Karlota Zubizarreta Hontiveros.

La película “Boyhood” tiene como idea principal hacernos ver la importancia de nuestros primeros años en la vida, nuestra infancia. Pues esta será responsable, junto con nuestra genética, de nuestro carácter y nuestra personalidad; en definitiva, de crearnos a nosotros mismos. Y es que, al final, lo que nos hace diferenciarnos del resto, más que el físico, creo que es nuestra personalidad; y ésta, como ya he dicho, está configurada en nuestra infancia. 

Comienza la película presentándonos a nuestro protagonista, un niño de 6 años llamado Mason. A continuación, nos presenta a los pilares de su niñez, sus padres, los encargados de enseñarles valores tales como la educación. Además, tiene una hermana pocos años mayor que él. 

El primer acontecimiento que le marcará, será la separación de sus padres. Desde fuera, los que no lo han vivido quizá no lo vean como algo significativo, pero personalmente, como es una experiencia que me es familiar, me atrevo a afirmar que el divorcio, según a qué edad, supone un enorme impacto en la vida de un niño. Desde pequeños nos habituamos a estar con “mamá y papá”, a formar una familia, a hacer “x” cosas con mamá, otras con papá y otras con ambos. Y de golpe, cuando tienes tus hábitos, esto te rompe todos los esquemas. Ya no habrá más momentos con ambos y miles de preguntas empiezan a atormentarte la mente ¿No veré a papá? ¿Qué va a pasar con él? ¿Quién ocupará su lugar? ¿Ya no se quieren?..

Al principio, como bien vemos en la película, nos negamos a aceptar la realidad. Vemos esperanza donde no la hay y al final nos chocamos de frente contra ella: “sí, esto es el fin de su relación”. A partir de aquí el protagonista pasa un periodo de adaptación a esta nueva situación. Siente que le falta algo, un vacío, y quiere volver a formar esa familia que eran antes. A lo largo de la película vamos conociendo a estas figuras clave, un padre absolutamente increíble con las ideas claras, pero sin un soporte económico. Veremos la gran influencia que tendrá éste sobre el protagonista. Y una madre, también encantadora, pero que buscará a alguien que le ayude en su economía.

Una vez separados, empiezan a aparecer nuevos personajes en su vida. Primero, su padrastro. Él no lo aceptará por la razón obvia de que él no quiere que nadie ocupe el lugar de su padre. Padre solo hay uno. Además este hombre resultará ser un alcohólico, que no respetará ni a su madre ni a ellos. Otro tema importante que trata la película, es la educación que se les da a los niños en su infancia. Este nuevo padre, discriminará a los hijos según sus cualidades. Es decir, no tratará a todos por igual. Esto se ve claramente, cuando rechaza a su propio hijo por no ser bueno en los deportes. Y por esta otra razón, Mason idolatrará a su padre: él los tratará a su hermana y a él siempre de la misma forma, sin marcar diferencias ni juzgandolos. Respetará a los dos y no los humillará. Lo que le hace pensar a Mason, “si papá tuviese trabajo sería genial para mamá”.

Tras este, otro hombre pasará por su vida, pero tampoco lo aceptará como padre. Igualmente, su padre conocerá a otra mujer, hecho que le impactará: ¡ver a su padre por primera vez con otra mujer tras la separación, con la que después llegará incluso a tener un bebé! Esta relación, será muy curiosa, ya que ambos serán de ideologías muy distintas. Con esto la película nos quiere decir que los afectos no dependen de las ideologías de cada uno. 

Por tanto, todo lo explicado nos hace pensar que nuestra vida se basa en escenas, acontecimientos que nos ocurren, que quedan grabados en nuestras mentes y van pasando por ella como si fuesen imágenes, unas tras otras. Estos acontecimientos serán aquellos que nos habrán marcado, los esenciales, que pasaran a modelar nuestra forma de ser. La vida son imágenes que pueden caber en una peli.

Pero estos hechos no dependerán de nosotros, ya que no decidimos quien entra y sale en nuestras vidas.

   La película nos enseñará como el protagonista irá creciendo y madurando. Señalando otro momento clave, que es nuestra adolescencia, donde decidimos separarnos de nuestros padres, y buscar esa nueva familia en los amigos. El protagonista decidirá dedicarse a la fotografía. Al principio veremos su dejadez por la asignatura, pero después un profesor le dará un mensaje que él captará enseguida y marcará un nuevo rumbo en su vida. 

Y, como en toda adolescencia, aparece su primer amor, con la que al principio congeniará pero tras la separación de ambos por la universidad terminará ella siéndole infiel. Esto será otro impacto más en la construcción de su carácter. Se preguntará el por qué y que qué es lo que ha hecho mal. Pero una vez más su padre le dará una lección que cabe destacar en este comentario “No cedas el control de tu autoestima a otra persona”. Este mensaje, que el padre da a su hijo, es un mensaje que la película nos da a nosotros mismos. No podemos jamás dejar nuestra autoestima en manos de otra persona, ya que cada uno tiene la suya con su forma de ser, y nadie puede hacernos ver que esa no sea la correcta. Debemos estar orgullosos y creer en nosotros mismos.

Y con todo esto retomo el principio del comentario: todos estos acontecimientos que irán ocurriendo poco a poco a lo largo de nuestra vida, harán que seamos de una forma u otra. Por tanto, el inicio de nuestra vida determinará en cierto modo nuestro futuro.

Terminó el comentario, con el final de la película en lugar de la célebre frase horaciana de “atrapa el momento” (carpe diem, en latín) es “el momento el que nos atrapa a nosotros”. Este momento, como ya he dicho anteriormente, no dependerá de nosotros, pero nosotros sí dependeremos de él. Al fin y al cabo nosotros sólo podemos seguir avanzando, ya que por muchas dificultades que nos ponga la vida, esta no es más que un camino con un único sentido, que es seguir hacia delante.

Karlota Zubizarreta Hontiveros

curso 2015-2016.