2º Bachillerato C – curso 2015-2016 –
Este año, además de ser el último, es probablemente el más duro que hayamos experimentado. Es el más complicado de todos por sus contenidos en cada materia, pero sobre todo por la presión de la Selectividad.
Desde el principio nos exigen mucho. Pero es comprensible porque es el curso en el que nos jugamos el pase a la siguiente fase educativa.
En general, los compañeros de clase son un buen apoyo. Son todos muy simpáticos (¡seguid así, chicos y chicas!). Nos llevamos bien y nos ayudamos.
Somos casi los mismos del año pasado, pero con los nuevos también nos llevamos bien. Dejando a un lado lo académico, lo mejor del curso es que nos relacionamos un montón, por muy tímidos que seamos.
La compañía es muy importante, y esa felicidad que desprenden todos hace que cada segundo sea muy divertido.
Al tener ya la edad que tenemos, miramos a los niños de 1º y 2º de ESO y nos hacen recordar cuando éramos nosotros los que teníamos su tamaño.
Sabemos que vamos dejando atrás una época muy bonita de nuestra vida. Los profesores (casi todos) nos están preparando muy bien, pero bajo la fachada de profesor pocos muestran su humanidad.
Los que sí lo hacen, nos animan para que vayamos preparados a Selectividad. El de Sociología (el año pasado era de Filosofía) con sus buenas palabras es de esos que te marcan para toda la vida. Tanto él como Oscar, de Religión, nos han enseñado muchos valores, comportamientos adecuados para ser persona.
Alejandro, de Economía de 1º, nos enseñó que las clases además de educativas pueden ser divertidas. ¡Cómo nos gustaría que volviera! Juan Carlos, de Filosofía, o Raquel, nuestra tutora, son una muestra de los profesores que más nos ayudan. También a Antonio, de Francés, le estamos muy agradecidos por el intercambio a St. Malo del curso pasado. Fue una de las mejores experiencias que hemos tenido.
Ya haber estado en este Centro es una experiencia interesante. Este es un curso que solo se vive una vez… o dos, en caso de que repitamos, pero ya no sería lo mismo. Por eso hay que ponerse las pilas: todo buen trabajo hay que finalizarlo bien.
Por delante queda la Graduación, esa maravillosa fiesta. Esperemos que, después de haber vivido entre estas cuatro paredes del aula, estos años no se desvanezcan y no nos tratemos como desconocidos.
Texto colectivo del grupo reelaborado y redactado por Antonio Andino Sánchez.