Twitter
Menu

“El precio de la fama”

 

Camino de Ronda 121. Clínica

Y a ti, ¿qué te pasa?

Me duele mucho la espalda desde hace semanas,la cifosis me está matando. ¿Y a vosotros?

Yo llevo muchos años que cada vez veo peor, creo que puede ser vista cansada y quiero ver si tiene solución aunque tenga que operarme o algo así.

Hijo, a mi cada día me cuesta más respirar, la escoliosis me tiene amargada. Esto es un sin vivir- dijo tosiendo.

¡Ay, si yo te contara! Mi artrosis de cadera lleva veinte años siendo la causante de todos mis males.

… Y así, poco a poco se fueron presentando los siete pacientes de aquella Sala de Espera. Cifosis, albinismo, escoliosis, displasia de cadera… son los problemas que amargan sus vidas desde hace años. Y este es el día a día de cualquier centro veterinario; porque las enfermedades que tanto preocupan en los humanos, también se producen en nuestros fieles animales de compañía, con la diferencia de que a ellos no hay quien les haga caso y los cure.

 

Hace algunos meses llegó a nuestras manos un artículo de un periódico y, al leerlo, se nos revolvieron las entrañas. Este artículo (11 perros de raza ahora y hace 100 años. Este es el precio que tienen que pagar. Periódico “La voz del muro”) trataba sobre la evolución de los perros de raza a lo largo de los últimos cien años, y creemos que cualquiera con un poco de sensibilidad y empatía sería incapaz de terminar de leer ese artículo sin echarse a llorar o sentir ganas de vomitar. Porque… ¿a que a nadie le gustaría que le obligaran a tener relaciones con algún familiar? Díganme, si tanta repulsión nos da esta práctica en humanos, ¿por qué la hacemos obligatoria para aquellos que serían capaces de dar su vida por nosotros, aún sabiendo las graves consecuencias que esto conlleva para su salud? Finalmente, ¿a que a nadie le gustaría ser objeto de selección por mero capricho de otros?

Algo tan efímero como puede ser la fama destroza la vida de miles de perros y demás animales de compañía, cuyos dueños solo se interesan por los beneficios económicos y sociales que les pueden proporcionar, sin tener en cuenta los problemas que esto causa a su salud. Estos son algunos ejemplos de los problemas más visibles en algunas razas:

Basset

EL PRECIO DE LA FAMA_002 - copia

Tras 100 años de cruces endogámicos se ha logrado hacer más bajo al sabueso, menos atlético, lo que les hace sufrir a sus vértebras y ha reducido enormemente su movilidad con todos los problemas de salud que conlleva. Además presenta un exceso de piel, con orejas y ojos caídos propensos a infecciones.

Doberman

EL PRECIO DE LA FAMA_002

Problemas de corazón, problemas de coagulación sanguínea, cardiomiopatía y displasia de cadera.

San Bernardo

EL PRECIO DE LA FAMA_003 - copia

Una raza atlética y un perro de trabajo tremendamente noble, se ha convertido en un animal con sobrepeso incapaz de trabajar porque el exceso de pelo hace que su temperatura corporal suba muy rápidamente y se ahogue. Sus enfermedades más habituales son: parálisis de Stockard, hemofilia, osteosarcoma, afaquia y la deficiencia de fibrinógeno.

Boxer

EL PRECIO DE LA FAMA_003

Cara y cuerpo más cortos, el hocico hacia arriba, problemas de control de temperatura corporal en épocas calurosas y una alta mortandad por cáncer. Para colmo, 7 de cada 10 bóxers tienen epilepsia debido a que su cerebro es más grande que su cráneo actual.

Perro salchicha

EL PRECIO DE LA FAMA_004 - copia

Dachshund, o más conocido como “perro salchicha”, ha disminuido el tamaño de sus patas y alargado el de su tronco, obligándole a mantener una posición antinatural y que su columna sufra el peso de su cada vez más extenso cuerpo.

Collie barbudo.

EL PRECIO DE LA FAMA_004

Problemas de regulación de temperatura y predisposición a algunas enfermedades hereditarias como la displasia de cadera, epilepsia, enfermedades del colon y pénfigo. Con menor frecuencia también sufren atrofia progresiva de retina, estenosis aórtica, cataratas y enfermedad de von Willebrand. 

 Pastor Alemán.

EL PRECIO DE LA FAMA_005 - copia

 El tren trasero del Pastor Alemán es cada vez más bajo, hasta el punto que la mayoría de los perros de esta raza sufren sus consecuencias motrices.

 Pug

EL PRECIO DE LA FAMA_005

 Presión arterial alta, problemas cardíacos, dificultades para respirar, baja oxigenación, dentadura compleja y dermatitis en los pliegues de la piel son algunos de los cambios que este perro ha ganado con respecto a su antepasado. La cola con doble rizo, una cualidad muy deseada por sus propietarios, parece merecer todo esos desordenes genéticos, de no ser porque también puede conducir a la parálisis en los casos más graves.

 Bull terrier

EL PRECIO DE LA FAMA_006

 El Bull terrier ha perdido su lustrosa y saludable naturalidad para conseguir un cráneo deforme, que ha empeorado su calidad auditiva. Además de padecer de forma frecuente problemas de riñón, luxaciones, enfermedades de corazón y acrodermatitis.

 Saluki

EL PRECIO DE LA FAMA_007 - copia

 Propensos a padecer algunas enfermedades oculares genéticas y cáncer. También pueden sufrir quemaduras por el sol, especialmente en la nariz.

 Bulldog.

EL PRECIO DE LA FAMA_007Los bulldog tienen muchísimos problemas genéticos: su nariz es tan aplastada que no pueden respirar correctamente, sus cabezas son tan grandes que no pueden nacer por parto natural y se les debe practicar cesárea, para colmo su esperanza de vida es de sólo 6 años.

Todas estas degeneraciones, enfermedades congénitas y otros problemas son el producto del cruce entre animales pertenecientes a la misma familia o grupo genético o son causadas por la acción artificial del hombre, en su búsqueda desesperada de la perfección y la mejora de los atributos que se consideran positivos, sin llegar a tener en cuenta todos los males que está causando en realidad.

La mayoría de enfermedades causantes de trastornos genéticos suelen ser de carácter recesivo. Para ello los dos padres deben ser portadores de este gen defectuoso. Las crías producto de este tipo de cruce son, por tanto, más propensas a contraer estos trastornos genéticos, pues los genes recesivos se activan y manifiestan. Si los progenitores son hermanos, con gran parte de la carga genética compartida, las posibilidades en la descendencia de que se exprese el gen recesivo aumentan notablemente.

Otro factor que hace posible la conservación de mutaciones más desfavorables que útiles para la especie (como variaciones en el tamaño de los miembros, forma del cráneo o nariz, alteraciones en la morfología natural de la especie…) es la selección artificial de individuos que realiza el hombre, en la que se potencia lo que ya existe muchas veces sin ser consciente de lo que esto acarrea consigo. En la cara opuesta de la selección natural, la cual solo mira por el bien de la especie, de conservar aquellos factores que hacen posible la supervivencia y adaptación al medio, se encuentra la selección artificial, que no crea ningún tipo de progreso genético, sino al contrario: a lo largo de los años está creando tal distinción entre la especie canina que se hace casi imposible que, de forma natural, la reproducción entre individuos con una diferencia exagerada de tamaño sea posible.

Los fines humanos con los que se buscan animales de interés económico (sobre todo; “perros de escaparate” me atrevería a llamarlos) son cuanto más egoístas y crueles. ¿Es justo anticipar el capricho humano ante la salud de nuestras mascotas? ¿Somos conscientes del infinito dolor que les estamos causando a estos perros? Realmente incomprensible. ¿Y todo esto, para qué? ¿Para que se pueda fardar? Eso no es querer a un animal.

‘’Quiéreme como soy’’ estoy seguro de que serían las palabras de cualquier perro. Es un hecho que hemos mejorado las condiciones vitalicias de estos, pero estamos tomando un camino equivocado al intentar hacerlos tan parecidos a nosotros, en contra de su propia naturaleza. Parece que en muchos casos son las pura razas los únicos de prestigio. Por si fuera poco, otros miles de perros si no fallecen por enfermedades, de las cuales somos causantes al potenciar estas en su selección, mueren en las calles apaleados, atropellados, desnutridos; pues nadie los acoge al no cumplir los estereotipos de belleza canina .

Yo (uno de los abajo firmantes de este artículo) tengo dos perros en mi casa. Uno lo encontró mi padre en la calle lleno de pulgas y garrapatas hace casi catorce años, y otro lo recogimos de una camada hace casi un año, para que tuviera una vida más fácil que la que le iba a esperar. Cada cual es libre de hacer con su dinero lo que quiera, pero piensen por primera vez en ellos en vez de en ustedes, en la repercusión social y en el obtener méritos usando a estos. A un animal se le debe querer porque va a estar toda su vida a tu lado, porque esté sano, porque te alegre un mal día cuando llegues a casa, se te lance corriendo a tus brazos y por ser una herramienta de trabajo (pensemos en el perro policía o en el perro de un invidente). Para eso están las mascotas, para que el amor sea recíproco, para cuidar unos de otros, para hacer de un hogar un lugar mucho más agradable, o para que nos facilite un poco el día a día. Llámennos locos, pero preferimos mil veces un perro mestizo, sin raza alguna, que viva 15 ó 16 años y que toda su vida esté saludable y feliz; a tener un perro que los pocos años que viva, esté siempre sufriendo y sólo sea utilizado como trofeo. Pero, claro, esta es la opinión de cualquier ser humano, y los causantes de estas atrocidades no se pueden considerarse como tales. Posiblemente todo esto a lo que me he referido a lo largo del texto no sirva y sea para muchos en vano, y os haya hecho perder el tiempo; pero es nuestra obligación intentar que este mundo amoral y desnaturalizado abra los ojos de una vez y empiece a comprender las aberraciones que está cometiendo por puro egoísmo.

Muchas gracias a todos los que habéis llegado hasta el final, y espero de verdad vuestra cooperación para salvar a estos inocentes monstruos que estamos creando. Con respecto a los que no han sido capaces de terminarlo o los que hayan llegado hasta aquí pero este artículo no les haya causado el impacto deseado, aprovechamos para hacerles un llamamiento: la compresión y piedad humana son valores impuestos en nuestro código genético. Busquemos dentro de cada quién y reflexionemos. Continuamente y tras años de progreso, la idea de la paz y armonía entre la especie humana reina en casi todos los rincones de la convivencia. Pese a todo, la brutalidad entre las especies, entre la canina y la nuestra, no es reconocida como tal. Si defendemos la justicia, hagámoslo bien, elevando a esta a todos los parámetros posibles.

A ver si por fin nos queda clara una cosa a todos: desde siempre hemos jugado a ser Dios pero hace tiempo que acabó la partida, y lamento deciros que hemos perdido.

Muchas gracias desde el fondo de nuestros corazones.

 

Jesús López Rodríguez y María Molina Muñoz

curso 2015-2016.